Cuando España salía de la posguerra y estaba a punto de encaminarse por la senda del desarrollo económico, la bombona de butano irrumpió en los hogares.
Butano SA nació en 1957, con el objetivo de surtir de energía económica a los españoles. Este gas, eficiente, económico y fácilmente transportable, no tardó en convertirse en una solución “perfecta” para los hogares de los consumidores, tanto para la cocina como para la calefacción, y obtención de agua caliente, originando así el lema de aquellos primeros tiempos: "con butano, agua caliente al instante".
D. José Jiménez, un sagaz empresario motrileño, obtuvo en el año 1.958 la concesión de Butano para la zona de Motril. Tras sucesivas adquisiciones, Lanjagas es la actual sucesora de aquel empresario motrileño, de imborrable recuerdo.
Los Planes de Desarrollo aprobados en aquel momento, impulsaron la expansión del negocio, en la década de 1960 y los años siguientes, y así, de la mano de Butano SA, el gas butano permitió sustituir el queroseno, el carbón y la leña, e incrementó la calidad de vida de los españoles. Algunas de las características más importantes de este combustible eran su fácil ubicación, su seguridad y eficiente rendimiento, y la limpieza de su combustión.
